“La Montaña, experiencia de vida”
Un título compuesto que da para reflexionar sobre ambos aspectos: La(s) montaña(s) y esas experiencias de vida.
Claramente existen sinergias entre ambos. Eso, en la medida que nuestro deambular por la vida nos lleva a coincidir en algún punto con estos maravillosos hitos que la geografía cataloga como “una eminencia superior a 700 metros respecto a su base, es decir, una elevación del terreno”
Lo interesante –para mi– no es la montaña en si misma, como ese hito que define la geografía, sino lo que allí pueda ocurrir, lo que allí se puede encontrar, lo que allí se pueda vivir…
Desde siempre se ha considerado a las montañas como territorios inhóspitos, carentes de “valor”, peligrosos y en los cuales resulta sumamente difícil subsistir. Ello simplemente motivado por las prioridades que implican la necesidad de sobrevivencia.
Ya lo dice Reinhold Messner[1] cuando le preguntan ¿qué significaba las montañas para los demás habitantes de Villnoss? ¿Les gustaba también subir a esas peligrosas moles? ¿Eran para ellos igualmente un símbolo de libertad, o pensaban más bien que allí arriba habitaban los malos espíritus?, a lo que él decía: se iba al bosque a coger leña, a los pastos a coger heno, pero nadie iba más allá. Cuando mucho un par de locos. Sólo se subía hasta donde se podía coger algo, madera, heno, piezas de caza, Más arriba iban sólo los tontos…
En su relato e impactante diaporama, Gastón Oyarzún nos invita a descubrir algunos parajes de su vida la que desde pequeño, al igual que Messner, estuvo vinculada a las montañas. Con simplicidad y carisma, nos muestra como se adentró en este deporte y como llegó a fundar, junto a su amigo Claudio Lucero, la Escuela Nacional de Montaña, explorando en su trayectoria deportiva las mas altas cumbres de todos los continentes y variadas travesías en los mas diversos paisajes y condiciones.
Un espacio común dentro de su poco estructurado relato fue el tema de los numerosos fracaso que debió enfrentar, a los que al respecto indica que si bien pueden ser muy duros, por sobre todo son estimulantes para continuar desarrollando esta vida, su vida en la montaña.
No hay que perder de vista que la cumbre es una excelente excusa para recorrer un hermoso camino. Al menos las fotografías que tuvimos la suerte de ver así lo demuestran.
Linda presentación. CDLF
Un título compuesto que da para reflexionar sobre ambos aspectos: La(s) montaña(s) y esas experiencias de vida.
Claramente existen sinergias entre ambos. Eso, en la medida que nuestro deambular por la vida nos lleva a coincidir en algún punto con estos maravillosos hitos que la geografía cataloga como “una eminencia superior a 700 metros respecto a su base, es decir, una elevación del terreno”
Lo interesante –para mi– no es la montaña en si misma, como ese hito que define la geografía, sino lo que allí pueda ocurrir, lo que allí se puede encontrar, lo que allí se pueda vivir…
Desde siempre se ha considerado a las montañas como territorios inhóspitos, carentes de “valor”, peligrosos y en los cuales resulta sumamente difícil subsistir. Ello simplemente motivado por las prioridades que implican la necesidad de sobrevivencia.
Ya lo dice Reinhold Messner[1] cuando le preguntan ¿qué significaba las montañas para los demás habitantes de Villnoss? ¿Les gustaba también subir a esas peligrosas moles? ¿Eran para ellos igualmente un símbolo de libertad, o pensaban más bien que allí arriba habitaban los malos espíritus?, a lo que él decía: se iba al bosque a coger leña, a los pastos a coger heno, pero nadie iba más allá. Cuando mucho un par de locos. Sólo se subía hasta donde se podía coger algo, madera, heno, piezas de caza, Más arriba iban sólo los tontos…
En su relato e impactante diaporama, Gastón Oyarzún nos invita a descubrir algunos parajes de su vida la que desde pequeño, al igual que Messner, estuvo vinculada a las montañas. Con simplicidad y carisma, nos muestra como se adentró en este deporte y como llegó a fundar, junto a su amigo Claudio Lucero, la Escuela Nacional de Montaña, explorando en su trayectoria deportiva las mas altas cumbres de todos los continentes y variadas travesías en los mas diversos paisajes y condiciones.
Un espacio común dentro de su poco estructurado relato fue el tema de los numerosos fracaso que debió enfrentar, a los que al respecto indica que si bien pueden ser muy duros, por sobre todo son estimulantes para continuar desarrollando esta vida, su vida en la montaña.
No hay que perder de vista que la cumbre es una excelente excusa para recorrer un hermoso camino. Al menos las fotografías que tuvimos la suerte de ver así lo demuestran.
Linda presentación. CDLF
[1] Reinhold Messner es copnsiderado por sus logros, un hito en el montañismo mundial. Autor de numerosos libros donde expresa el sentido que le da a las montañas en su vida. Relato obtenido del Libro Mi Vida al Límite. Reinhold Messner. Edición desnivel.
para ver galeria de fotos visitar www.gastonoyarzun.cl
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